Aprendizaje - Servicio

Después de la intervención del Aula de Apoyo a la Integración, y tras la reinvención de la zona de recreo del centro, afrontamos el nuevo reto: ¡Salimos al entorno!

La primera instrucción que recibe el alumnado es ir armado con un bloc de notas y un lápiz o bolígrafo, a lo largo de un paseo por el pueblo donde se ubica el centro educativo, deben ir anotando aquellos aspectos que consideran como una barrera y aquellos otros que necesitan mejorar. El paseo se desarrolla con normalidad, van anotando, charlando entre ell@s, comentando distintos aspectos y haciendo propuestas de mejora. Hasta la llegada a la puerta de la protectora de animales, donde se forma un gran alboroto cerca de una nota informativa en la que se comunica que permanece cerrada debido a falta de fondos económicos y personal voluntario. A la llegada al centro, recopilamos todas las notas realizadas y se agrupan en un listado.

Al finalizar la sesión, el alumnado recibe una segunda instrucción, deben preguntar, al menos, a cinco personas de su entorno (familia o vecinos) sobre aspectos que consideren barrera y sobre aquellos que consideren que deben mejorar para mejorar la vida en el pueblo.

Tras el análisis de todas las notas realizadas, hay una gran cantidad de ellas que se refieren al estado en el que se encuentra la protectora de animales. Así nuestro foco de atención queda claramente definido: actuamos para mejorar el estado de la protectora de animales.

Organizados en grupo se elabora un calendario de actuaciones basados en dos objetivos base:

Obtener fondos económicos para donar a la protectora

Crear conciencia entre el alumnado sobre el voluntariado

Para cumplir estos objetivos establecemos una hoja de ruta con unas actividades consensuadas previamente:

Realización de cartelería informativa sobre el estado de la protectora.

Organizar una carrera o marcha solidaria para recaudar fondos para donarlos a la protectora y así sufragar distintos gastos pendientes.

 Colaborar con al empresa educativa del centro para elaborar chapas, y conseguir algunos fondos más para la protectora.

 Organizar charlas con los gestores de la protectora de animales y el alumnado organizador para concienciar a la comunidad educativa (otros alumnos/as, profesorado y familias).

 Crear un banco de voluntari@s con alumnado de centro que puedan ayudar directamente en la protectora de animales del pueblo. Desde el profesorado surge la iniciativa de convalidar expulsiones por trabajos sociales en la protectora.

Finalmente, se realiza un gran trabajo de toda la comunidad educativa, siendo los mayores protagonistas el grupo de alumnos y alumnas organizadores. En relación a la protectora, se obtienen fondos para cubrir algunos de sus gastos pendientes, aunque es evidente que sin la implicación gubernamental no llega a solucionarse el problema. El alumnado se involucra mucho en cada una de las actividades propuestas para la actuación, de hecho un grupo de ellos se establece como voluntari@s en la protectora.

Una propuesta educativa con una gran riqueza curricular, educativa y de actuación en el entorno cercano, lo mejor de todo, el crecimiento personal de todos los agentes que han intervenido.

En este enlace encontraréis una presentación de la acción propuesta desde nuestro centro educativo:

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